Sabiduría de Abya Yala

En Abya Yala se asocia la sabiduría a la vida en plenitud; es decir, a aquello que genera armonía en toda la comunidad de la vida. Los sabios y sabias son quienes saben vivir de buena manera, complementándose y cooperando con los demás seres. Quizás, esta concepción de reciprocidad, complementación, comunidad y paz, tenga su origen en la Civilización de Caral, hace aproximadamente 5.000 años.
La consciencia de la armonía es una forma de consciencia cósmica, presente en muchas comunidades indígenas y originarias, pero ausente en el actual modo de vida occidental. Lo que sigue es un fragmento de la declaración de una organización de mujeres de la Amazonía Ecuatoriana:
“El Kawsak Sacha es el espacio de vida de todos los seres de la selva, desde los más infinitesimales hasta el más grande y supremo, incluyendo a los mundos animal, vegetal, mineral, cósmico y humano…Es el dominio de las cascadas, las lagunas, los pantanos, las montañas, los ríos y los árboles; lugares sagrados en dónde los seres supremos protectores de Kawsak Sacha habitan y desarrollan su vida, semejantes a los humanos.
Es también el lugar de transmisión de los conocimientos de los Yachak..de la cosmovisión sublime para el aprendizaje metódico. Este universo, el equilibrio natural, la armonía de la vida, la perpetuidad cultural, la existencia de los seres vivos, y la continuidad del Kawsak Sacha dependen de la permanencia y de la inter transmisión de los poderes de los seres supremos con los Yachak, asi como de la correlación y respeto entre los seres humanos y los seres de la selva”. (y)
¿Por qué consideramos sabios a los Yachak? Ciertamente, reconocemos en ellos un saber, aprendido en el transcurso del tiempo y validado por la tradición y la comunidad. Pero, también hay algo más intangible en esa “aura” de sabiduría: por algún motivo su presencia y maravillosa dignidad nos genera reverencia. Hay, entonces, un reconocimiento del saber que se constituye no necesariamente mediante una narrativa, sino por su modo de estar en conexión con la totalidad de la vida.

Alfredo Molina (2018)